10 indicios de que no te alimentas bien

Comer mal puede producir malnutrición, nombre genérico que según la OMS engloba a los desnutridos, que consumen menos proteinas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales de lo necesario y a los sobrealimentados, que ingieren más de lo recomendado. Esto último se manifiesta mediante el sobrepeso y la obesidad.

Comer mucho, elegir alimentos inadecuados, no hacer suficiente ejercicio o abusar de vitaminas, suplementos y reemplazos dietarios, puede llevar a la sobrealimentación. El riesgo aumenta cuando se tiene un 20% de sobrepeso o se sigue una dieta rica en grasas y sal. Se estima que en EE.UU. el 1% de los niños tiene malnutrición clínica.

Un niño desnutrido tiene una estatura insuficiente para su edad, es delgado o está hinchado y tiene un sistema inmune debilitado. El desorden nutricional también puede afectar los sentidos de la vista, gusto y olfato, causar erupciones, sequedad o cambios de pigmentación en la piel y volver el cabello muy fino que se cae con facilidad.

Otros síntomas de malnutrición son dolor articular, huesos frágiles, encías sangrantes, lengua hinchada o cuarteada, ceguera nocturna y alta sensibilidad a la luz y la claridad. También afecta el carácter, ya que el niño se tiene o desinterés, ansiedad y súbitos cambios de humor

La OMS realizó un estudio sobre patrones de crecimiento en 8,000 niños de Brasil, EE.UU., Ghana, India, Noruega y Omán, y demostró que hasta los 5 años, la diferencia de crecimiento entre un niño y otro depende más de la nutrición , el medioambiente y la atención sanitaria que de factores genéticos o étnicos.

El Centro Infantil Johns Hopkins explica que cuando no se tiene una dieta alimentaria balanceada o se excretan los nutrientes esenciales más rápido de lo que se llegan a reponer, se impide el buen funcionamiento de tejidos y órganos. Esto puede ocurrir tanto en situaciones de pobreza como por desinformación.

UNICEF describe dos tipos principales de desnutrición: la aguda, que se desarrolla rápido, es limitada en el tiempo y produce deficiente peso y altura y delgadez extrema y la crónica, que está asociada con la pobreza y provoca un retardo en la altura para la edad, con consecuencias en el aprendizaje y el desempeño en la sociedad.

El doctor argentino Abel Albino, quien realiza una importante campaña para luchar contra la desnutrición infantil, compara el cerebro de un niño alimentado y estimulado correctamente durante el primer año de vida, y uno que no lo estuvo y sufre debilidad mental de por vida. Es la única debilidad que se puede prevenir y es provocada por el hombre.

La falta de nutrientes específicos en la dieta pueden causar malnutrición, por ejemplo, la carencia de una vitamina determinada. Esto puede ocurrir por seguir una dieta mal balanceada o por tener problemas médicos que impiden absorber bien los nutrientes, pero se puede diagnosticar con pruebas de sangre y tratar con asesoramiento nutricional.

Un informe inglés revela que hay un creciente número de raquitismo en personas que sufren de desnutrición por no poder acceder a alimentos adecuados. Según los Institutos Nacionales de la Salud de EE.UU., el raquitismo es un trastorno causado por falta de vitamina D, calcio o fósforo, que ablanda y debilita los huesos.

En Inglaterra se implementaron programas de verano para que los niños de familias con pocos recursos tengan acceso a menúes saludables. La Dra. Aisha Awan, de Manchester sugiere el uso de comida enlatada, que tiene menor precio, pero controlando que no sea muy alta en azúcar o sal.

El síntoma principal de la desnutrición es una rápida baja de peso en poco tiempo, de un 5 a 10 % del peso total. En estos casos, el índice de masa corporal (IMC) que se calcula con una relación entre peso y altura, está por debajo de 18,5. Según la severidad, es necesrio un tratamiento ambulatorio o se indica la internación hospitalaria.

Además de la pobreza que impide el acceso a los alimentos necesarios, puede haber falta de apetito por alguna enfermedad. Los casos de depresión y esquizofrenia pueden llegar a afectar la capacidad de cuidarse a sí mismo y desatender la alimentación, entre otras funciones.

La disfagia o dificultad o dolor al tragar puede llevar a comer menos y también tener los dientes en mal estado, ya que se siente dolor al comer. Y al tomar muchos remedios a la vez se puede afectar la capacidad del organismo de absorber nutrientes, y producir faltas en el mismo.