Felicidad en sólo tres pasos

Es ingeniero y fue contratado por la mega-empresa tecnológica Google para hacer más feliz a sus empleados ya que muchos de los trabajadores se veían agobiados y muy descontentos en las oficinas. Dice que la felicidad está en sólo tres pasos y convenció a los directivos de la empresa de que le permitiera hacer un curso sobre técnicas de relajación basado en su libro "Busca en tu interior".
Crédito:Thinkstock

Un pionero

Chade-Meng Tan es un pionero de la disciplina del crecimiento personal y diseñó un programa corporativo de meditación con la intención de transformar el modo de trabajo de una de las empresas más innovadoras y exitosas del mundo. "La felicidad no es un don, es una cualidad que tiene el ser humano que puede y debe desarrollar. La clave está en la inteligencia emocional", dice el autor.

Cambiar el pensamiento

Según el ingeniero, todos podemos convertirnos en la persona más feliz del planeta siguiendo una guía de tres pasos, científicamente comprobados. La idea surgió en 2007 como una propuesta para cubrir el 20% de tiempo del que disponen los ingenieros de Google para realizar proyectos ajenos a su área de trabajo con el objetivo de fomentar la inteligencia emocional basada en la atención plena y modificar los hábitos de pensamiento.

En qué puede ayudar

“Busca en tu interior les ha cambiado la vida. Hay participantes a los que el curso les ayudó a lograr un ascenso, otros que notaron una mejoría en su vida personal y algunos que percibieron hasta cambios en su salud”, asegura Chade-Meng Tan. “Se sabe que si un trabajador está en forma y sano, es más productivo, pero las compañías no terminan de darse cuenta que una persona mentalmente y emocionalmente sana es más creativa".
En qué puede ayudar
Crédito:Thinkstock

Primer paso: "Calma tu mente"

El primer paso que propone el autor es aprender a poner la mente en blanco y lograr una sensación de calma y claridad al mismo tiempo. La primera recomendación de Meng es un corto ejercicio colectivo de respiración por un lado y por el otro, encontrar formas sencillas de tomar pausas durante el día y hacer consciente el ritmo de la respiración. "Si resulta demasiado difícil, entonces no pienses en nada por un momento".

Segundo paso: Escribir lo que nos alegra

Un estudio de la Universidad de Massachusetts en el 2006 llegó a la conclusión de que quienes anotaban sus experiencias positivas o de alegría en un diario manifestaban mayores sentimientos de satisfacción con la vida. Los expertos aseguran que la conciencia plena y el conocimiento del ‘yo’, es decir, la percepción de nuestros procesos cognitivos y emocionales, aumentan la confianza. baja los niveles de ansiedad y mejora la salud mental.
Segundo paso: Escribir lo que nos alegra
Crédito:Thinkstock

Un registro anti-estrés

Algunos investigadores aseguran que la meditación y la conciencia de buenos momentos, además de reducir el estrés, ayuda a reducir los efectos del envejecimiento. El autor recomienda que mientras degustas un café, te diviertes con un amigo y sientas que estás viviendo un buen momento te animes a dar cuenta de eso y reconocerlo. Somos mucho más propensos a aferrarnos a las cosas negativas que a ver las positivas.

Un balance positivo

Si hacemos conciente e intencional el hecho de llevar un registro de los momentos felices, aumentamos las posibilidades de tener un balance positivo y tomar al final del día una idea de que fue una buena jornada. Un incidente negativo nos echa a perder el día, dice el experto. Pero rara vez parece ser al revés. Hay estudios que aseguran que la proporción de pensamientos positivos que necesitamos para equilibrar la balanza es de 3 a 1.

Tercer paso: Desearle felicidad a otras personas

Escuchamos decir que cuando damos algo a los demás o hacemos el bien, nos devuelven mucho más de lo que brindamos. Según Meng, los pensamientos y actos altruistas nos benefician porque dar nos proporciona una gran alegría. Crear hábitos mentales y trabajar el pensamiento positivo, creando hábitos. El ingeniero dice que la generosidad es una fuente de felicidad y que los pensamientos positivos hacia los demás generan un gran bienestar.

Otros factores de felicidad

El filósofo Daniel Haybron, en su libro "La Felicidad: Una muy breve introducción", asegura que sólo el bailar genera niveles de alegría superiores a realizar actividades voluntarias y que también hay otros factores, apoyados por estudios sólidos, que vinculan la felicidad, con la autonomía, el trabajo satisfactorio y calificado, las relaciones y el amor, el dinero, la seguridad y el desprendimiento hacia cosas que podríamos perder.
Otros factores de felicidad
Crédito:Thinkstock

Un entrenamiento

Hay críticos de esta teoría que dicen que es simplista, obvio y que funciona o no depende de la personalidad. El autor, responde diciendo que sus consejos son similares a mostrarnos cómo se hace un ejercicio de flexión de brazos en el gimnasio, que uno sabe que hace bien a la salud pero que hay que realizar el ejercicio todos los días para obtener los resultados deseados.

La fórmula de la felicidad

Un grupo de investigadores de la Universidad del Colegio de Londres, realizó una serie de pruebas y lograron establecer una ecuación para predecir la felicidad. Los expertos llegaron a la conclusión de que la felicidad tiene mucho que ver con nuestras expectativas y calcula las recompensas y experiencias pasadas para predecir qué posibilidades tiene una persona para ser feliz.
 La fórmula de la felicidad
Crédito:Thinkstock

Riesgo y recompensa

Según el estudio, disfrutamos cuando nos va mejor de lo que esperábamos pero la expectativa de que nos vaya bien y la experiencia pasada puede mitigar el efecto de alegría. Para fundamentar su tesis, realizaron resonancias magnéticas en los entrevistados y vieron qué áreas del cerebro se activaban cuando había felicidad.

Pasos transformadores

Algunos pasos que pueden ayudarte en tu camino, según el grupo de autoayuda sin fines de lucro Acción para la Felicidad son: Vivir más en el presente, cultivando mindfulness o conciencia plena, dejar de ser rehenes de experiencias tristes pasadas o ansiedades futuras, ver lo bueno en otras personas y agradecer por las cosas buenas que tenemos. Hacer algo nuevo, expandir la creatividad y tener más contacto con la naturaleza también ayuda.

Es como andar en bicicleta

A nivel individual, lo más importante que podemos recordar es que la felicidad puede aprenderse. Tal como lo señala el maestro budista Thich Nhat Hanh, la felicidad se cultiva y se parece mucho a andar en bicicleta. No podemos dejar de pedalear y si nos caemos, nos levantamos y seguimos pedaleando.
Comparte tu opinión